El gran paso a las estrellas (Los retos de la exploración espacial)
La exploración del cosmos ha sido un tema de interés para la humanidad desde hace mucho tiempo
pero solo a partir del siglo XX hemos tenido la capacidad de adentrarnos en el espacio, esto gracias
a los avances tecnológicos de la Unión Soviética y Estados Unidos durante la guerra fría, durante
esos años se descubrieron gran cantidad de problemas que debemos resolver y se solucionaron
varios, pero ¿cuales están pendientes? y ¿qué tan lejos estamos de poder colonizar otros mundos?
Para dar respuesta a estas preguntas vamos a plantear un viaje hipotético y veremos qué problemas
surgen, primero veamos un viaje a la galaxia más cercana.
La galaxia Andrómeda está a 2.5 millones de años luz, como aún no sabemos si el viaje superlumínico
es posible el límite de velocidad del universo nos forzará a un viaje de 2.5 millones de años, lo cual
es 250 veces el tiempo de existencia de la civilización, con este limitante en mente seleccionemos un
destino más cercano.
Próxima Centauri es la estrella más cercana, se encuentra a 4.22 años luz o 1.295 pársecs, lo cual es
una distancia mucho más realista para un viaje tripulado, pero con la tecnología actual aún no
podemos alcanzar velocidades cercanas a la de la luz, el objeto más rápido hecho por el hombre es
la sonda Helios B con una velocidad de 324000 km/h, a esa velocidad le tomaría a una nave espacial
14000 años completar el viaje, este es el primer reto que nos encontramos ¿como realizar un viaje
tan largo? aquí tenemos dos opciones, la primera es la más obvia, debemos viajar más rápido, los
propulsores químicos tienen su límite y estamos cerca de alcanzarlo, otras posibilidades son los
propulsores iónicos, los de plasma, la propulsión nuclear y la propulsión de pulso nuclear (no es la
misma que la nuclear), actualmente ya se utiliza la propulsión iónica en sondas y satélites, también
se está trabajando en la propulsión nuclear y en la de plasma, se cree que un viaje a Próxima Centauri
podría durar entre 100 y 50 años cuando estas tecnologías alcancen su máxima capacidad, aún no
queda claro cuándo será eso, en 100 años o en 1000. La segunda opción es el sueño criogénico el
cual se sigue investigando pero tampoco se ve una luz al final de ese túnel, por lo pronto.
Nuestro siguiente reto es el soporte vital, los viajeros van a necesitar aire, agua y comida, actualmente
existen sistemas de reciclaje de aire que pueden trabajar durante varios meses igualmente el agua
puede ser reciclada, aunque siempre existen pérdidas, si queremos hacer un viaje de 100 años
vamos a necesitar mucha agua y esta es pesada, aun así estos problemas pueden sortearse con
una nave lo suficientemente grande, en cuanto a la comida el reto es mayor, no podemos transportar
comida para 100 años, la solución es cultivar la comida en la nave, ya hay varios experimentos en la
ISS (Estación Espacial Internacional) y en la Antártida cuyo objetivo es cultivar vegetales en ambientes
aislados y controlados, hasta el momento han dado buenos resultados aunque otra vez surge el
problema del espacio, se requiere una gran cantidad de espacio para cultivar todos los alimentos de la
tripulación. El sueño criogénico también soluciona los problemas anteriores aunque como ya se
comentó estamos lejos de conseguirlo.
Y qué hay de los peligros del espacio, como la falta de gravedad y la radiación, en cuanto a la falta de
gravedad hay que recordar que sin la gravedad los astronautas no solamente pierden masa muscular
y ósea, también puede llevar a complicaciones cardiacas, en la ISS se combaten estos problemas
con rutinas de ejercicio y una dieta controlada, aun así los astronautas presentan en menor medida
los efectos de la micro gravedad, desde que empezaron a plantearse las estaciones espaciales se
ha propuesto una solución esta es utilizar la inercia para dar la sensación de gravedad, Wernher Von
Braun incluso diseñó una estación espacial parecida a la rueda de una bicicleta con este fin, otra vez
el problema es el tamaño, para que esta idea funcione hace falta que la nave sea bastante grande de
manera que la inercia percibida por los tripulantes sea prácticamente igual tanto en sus pies como en
su cabeza. La radiación por otro lado presenta un gran reto, en la ISS los astronautas reciben
constantes dosis de radiación que normalmente sería absorbida por la atmósfera, esto no presenta
un riesgo para su salud ya que el tiempo de exposición es limitado y a que están protegidos por el
campo magnético de la tierra, en una misión de 100 años por el espacio interestelar hace falta un
blindaje para reducir los niveles de radiación en el interior de la nave, hoy en día se cuentan con
materiales desarrollados con el fin específico de absorber la radiación en viajes más allá del campo
magnético de la tierra, estos desarrollados para la futura exploración de marte y colonización de la
luna (Que personalmente me encantaría que sucediera en este siglo), también se ha planteado
utilizar las reservas de agua como blindaje o que la nave espacial genere su propio campo magnético.
Otro reto es la energía eléctrica, dejando de lado la propulsión de la nave este reto puede darse casi por
resuelto, la solución es un reactor nuclear, actualmente la nasa se encuentra en el desarrollo de
reactores pequeños y confiables que puedan alimentar asentamientos marcianos y lunares, pero
poner un reactor nuclear en órbita no es nada nuevo, durante la guerra fría la Unión Soviética puso en
órbita varios satélites alimentados con reactores nucleares en miniatura, la gran mayoría aún hoy
nos órbita afortunada o desafortunadamente, la Unión Soviética abandonó esta idea después de
considerar lo riesgoso de ella y del incidente donde uno de estos satélites se estrelló al norte de
Canadá contaminando una zona enorme.
Finalmente el último reto es la psicología humana, desde el principio de la exploración espacial se
ha estudiado el efecto del aislamiento en lugares reducidos de grupos pequeños de astronautas, lo
que se ha demostrado es que en estancias largas el mayor problema para la tripulación es la
misma tripulación, la NASA incluso tiene un protocolo para inmovilizar astronautas en órbita que
presenten síntomas de psicosis.
En conclusión creo que en un futuro lograremos el viaje interestelar, pero me queda claro que hay
que seguir investigando varias áreas en especial las relacionadas con el sueño criogénico y que la
nave debe ser bastante grande.
Como siempre muchas gracias a los lectores de esta columna y si hay algún tema del cual les
gustaría que hablara pueden mandármelo a josekun13@gmail.com .
Comentarios
Publicar un comentario