Nuestros amigos los Robots (Que es la robótica social)
Los lectores que han seguido esta columna notaran que me gusta mucho la robótica y no lo negaré,
en especial el tema que abordaré a continuación, actualmente mi tema de tesis doctoral cae dentro
de esta área, creo que en un futuro la robótica social tendrá un impacto inmenso en la forma de
vida y en las mismas bases de la sociedad, sin más empecemos.
Primero veamos de dónde surge. Como ingeniero uno tiene que tener siempre presente el hecho de
que la tecnología debe adaptarse a las personas, los seres humanos somos sociales por naturaleza
y nos gusta que nuestras interacciones demuestren emociones, de manera consciente o no, por lo
que para una persona es más agradable interactuar con un robot que entienda y reaccione de
acuerdo al contexto social de la situación en la que se encuentra, esto suena a ciencia ficción pero
es muy real, más adelante veremos el porqué.
La primera impresión que tenemos de un objeto es su apariencia física, lo cual es de mucha
importancia, en estos últimos años el término robot suele utilizarse para muchas cosas que no lo
son como los chatbots por ejemplo, aquí hay que dejar en claro que para que se le pueda considerar
un robot tiene que tener un “cuerpo físico” , el término más usado para esto es embodiment cuya
traducción sería encarnación.
El embodiment es una parte fundamental y generalmente es dictada por el ambiente en el cual se
planea que interactúe el robot, existe una gráfica llamada the uncanny valley o el valle inquietante,
este es un estudio que relaciona la simpatía de las personas con ciertos objetos, robots para
nuestro caso, en la gráfica se aprecia que entre más parecido es un robot a un humano nos parece
más agradable, al principio se ve como una curiosidad, posteriormente como un juguete, pero llega
un punto en el que súbitamente la apariencia pasa de ser algo agradable a ser algo sumamente
repelente, los estudios muestran que esto es debido a una expectativa profundamente arraigada en
el subconsciente, esta es que si algo parece muy humano pero no se comporta como un humano
causa repulsión, algunas personas lo comparan a la sensación que causa ver un zombi en una
película.
Lo que se busca en el diseño del embodiment es evitar el valle inquietante, por lo que generalmente
se opta por una apariencia más parecida a un juguete para el robot, el reto es que para transmitir
confianza y familiaridad a una persona el robot debe verse más parecido a un humano, el doctor
Hiroshi Ishiguro ha logrado esto sin caer en el valle inquietante haciendo que sus androides imiten
los movimientos naturales y expresiones de una persona.
Aun así el grado de conexión entre un robot con apariencia de juguete y una persona es lo
suficientemente bueno como para abrir un abanico inmenso de posibilidades, cabe notar que la
teoría de androides del doctor Hiroshi Ishiguro es bastante amplia y puede que la toquemos en
otra ocasión, también para finalizar con el embodiment está demostrado que el grado de atención
que le presta una persona a una representación virtual de un robot es mucho menor que el que
tiene con un robot físico.
Ahora hablemos del comportamiento esperado o la respuesta esperada. La respuesta esperada,
esta es la respuesta que tiene un robot al interactuar con una persona esto incluye diálogos, tono
de voz, expresiones, etc, esta respuesta varía según la aplicación, hay veces que se requiere un
robot persuasivo y otras que sea tranquilizador por dar unos ejemplos, para poder dar una respuesta
esperada de manera correcta hace falta percibir al usuario de una manera clara, su intención , los
movimientos, su expresión y una infinidad de cosas más.
Todo lo anterior lo hacemos sin siquiera darnos cuenta, pero emular esas respuestas es un trabajo
increíblemente complejo, incluso cosas como mantener una conversación de manera fluida con un
robot presenta un desafío colosal.
Ahora veamos algunos ejemplos de lo que se puede lograr con la robótica social, me concentraré
en 2 casos de estudio, el primero en un café australiano y el segundo en una tienda de ropa ubicada
en Tokyo.
El primer caso consistió en un robot cuya tarea era mejorar la percepción de una cafetería,
se colocó un robot en la entrada que “platicaba” con los compradores, este robot fue programado
para reflejar seguridad en sus gestos y elogiar el café, sin otro cambio en el tipo de producto ni la
modalidad de servicio este robot logró subir la calificación de la cafetería en un par de semanas,
de 3 estrellas a 5.
El segundo caso es un androide que opina sobre la ropa que los clientes compran en una tienda,
los usuarios se acercan al robot preguntando si la combinación de ropa que están a punto de
comprar les favorece o no, el robot les puede sugerir cambios, este robot aumentó el número de
ventas en gran proporción, lo que los clientes no sabían es que el robot también toma en cuenta el
precio de las prendas de tal manera que recomienda lo más costoso.
Creo que con estos ejemplos se ha dejado claro el potencial de la robótica social, los casos de
estudio fueron llevados a cabo por centro de investigación en ambientes bastante controlados, aún
faltan algunos años para que podamos ver robots sociales en las calles, con suerte las olimpiadas
de Tokyo 2021 nos de una sorpresa al respecto.
Antes de concluir quisiera comentar que la robótica social no se limita a las ventas, también se puede
utilizar en las áreas médica, educativa, de servicios y entretenimiento. Y está estrechamente
vinculada con la interacción humano-robot, la robótica de servicio y la robótica asistencial.
Agradezco a todos los lectores y aprovecho para comentarles que dejaré los temas de robótica por
un rato, la próxima columna estará más enfocada a la exploración espacial, si hay algún tema de
ciencia del que les gustaría que escribiera pueden contactarme a mi correo josekun13@gmail.com .
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